sábado, septiembre 16, 2006


El primer Stip tease

Hay que probar de todo en la vida, reza un viejo adagio popular. No lo comparto del todo pero hay algo que si es clave hacer en la vida y es haber ido a ver un strip tease. Hoy en día las mujeres en Bogotá disfrutan tal vez de uno de los mejores shows que han montado para ellas en Apolo’s, en la 85 debajo de la 11 junto a la panadería Metropol, en cambio a nosotros los hombres nos siguen castigando con gordas que se desnudan trágicamente al ritmo de baladitas ramplonas y que como show dejan mucho que desear.
A finales de las vacaciones largas en agosto de 1986 listos para pasar a 10 grado, decidimos una noche irnos a ver un strip tease. Por aquel entonces Tropicana era de los recomendados y quedaba en la 106 con 15 en el segundo piso.
Noche perfecta, viernes, plan perfecto, carro prestado en la casa un Renault 9 azul que fue atiborrado de amigos hasta quedar pesando casi 2 toneladas y los nervios medio destemplados por ir a experimentar algo nuevo y que ninguno de los presentes en el carro dominaba.
Esa noche el lugar estaba vacío y la sola presencia de 7 u 8 adolescentes no presagiaba una buena noche en particular para ninguna de las partes. Con tono serio y seguros de lo que hacíamos pedimos una botella de aguardiente. Nos ubicaron en una mesa justo al lado de la pista central donde en cuestión de minutos apareció Suzy, una mujer inmensa que iba a comenzar su show. La adrenalina subió y el aguardiente comenzó a rodar de copa en copa para atemperar ese culillito invasivo de saber que en minutos tendríamos a Suzy como Dios la mandó al mundo bailando justo al ladito nuestro. En medio de la música y el acompasado bailar de Suzy, alguien en la mesa tuvo la genial idea de ofrecerle un trago a la bailarina que estaba ya casi biringa. La escena es inolvidable, el afortunado de la esquina a quien le tocó ofrecer el trago a la susodicha en medio de la euforia y del susto de tener a ese mujerona con las tetas al aire a la altura de la cara (la vieja media casi 1 con 80) pues simplemente perdió el control y la mitad de la copa se chorreó en su mano mientras los nervios le hacían temblequear la mano como si los estertores de la muerte le hubieran invadido.
La botella se acabó en un santiamén así como la fiesta luego que Suzy, después de su show se me acercó y sentenció sin hígado “su madre será la que suda como un caballo chino marica y mejor que se vayan rapidito antes de que les mandemos a dar en la jeta”El lugar, como los bolsillos, quedó vacío en segundos mientras nos atiborrábamos de vuelta en el carro para escapar y evitarnos problemas.
Hasta ahí llegó la fiebre del tema y el caso quedó archivado en el baúl del recuerdo hasta el día de hoy.
¿Y usted cómo le ha ido en un strip tease?

Nueve semanas y media

Quién no recuerda esta escena de la película 9 semanas y media con Kim Bassinger y Mickey Rourke... un clásico absoluto de 1986.